Hablar de brujería japonesa es hablar exactamente de kodoku, y es que la brujería japonesa no necesariamente debe estar vinculada con lo negativo sino más bien con lo positivo.
Brujería japonesa, es importante destacar que este es un tipo de nombre más común que recibe definitivamente la cultura esotérica del Japón, donde se relaciona la magia con toda la cultura esotérica y religiosa, que involucra sin duda alguna la magia de los presagios, la magia de la adivinación. Pero además involucra las supersticiones y tabúes de la magia negra o maléfica, y también involucra por supuesto la magia elemental, por lo general puede denominarse brujería desde la perspectiva occidental con intenciones malévolas conocidas muy en especial como la ciencia del kodoku.
Brujería japonesa
Este tipo de especialidad se ha centrado a lo largo de sus años en el desarrollo de venenos, y se ha identificado posteriormente como envenenamiento espiritual envenenamiento de la voluntad y envenenamiento de la posesión, lo que quiere decir que se toma el control a través de un hechizo.
Sin duda alguna la brujería japonesa etimológicamente está relacionada con la toxicidad, utilizando insectos como gusanos, serpientes, además de arañas sapos y escorpiones, por ello hay que destacar que ciertas regiones del sur de China y Japón siguen las supersticiones de esta práctica.
Tratamiento con animales
Sin duda alguna uno de los rituales principales consistía en encerrar en un bote o caja un grupo de insectos y animales poderosamente venenosos como las serpientes los escorpiones y las arañas, sin ningún tipo de alimentación de modo que puedan matarse y devorarse entre sí, contundentemente.
De manera que el último que quedaba vivo es el animal que recoge toda la energía y odio del resto volviéndose muy poderoso, por ello se recogía toda su toxicidad potencialmente incrementada, el último animal que quedará vivo habría que hechizarlo y alimentarlo para que su poder venenoso prevaleciera.
Rituales importantes
Y es que sin duda alguna para el animal que sobrevivía venía una cantidad de tratamientos como hechizos para aumentar su poder venenoso, atacando al enemigo al que se quería conjurar, este animal se mantenía alimentado, pero al no hacerlo podría traer consecuencias nefastas para el brujo.
Pues el animal se volvería contra él hasta lograr recompensarse de manera multiplicada, inclusive de manera económica, una manera de librarse de una maldición de este tipo, trataba de buscar al culpable y liberar al animal o abandonarlo dentro de un bote junto con un montón de dinero oro joyas.
Otros rituales
Otra manera de liberarse el animal era matarlo y utilizar su cuerpo y fluidos como parte de los venenos destinados a hacer daño físico mental y espiritual al enemigo, para el cual iban dirigidas las malas artes, creando inclusive ungüentos parasitarios que provocarán pestes y enfermedades mortales.
Pero también todo este tipo de trabajo servían para crear filtros amorosos, para obtener favores de alguien además de sus riquezas y su poder, y para cualquier brujo protegerse evitando cualquier mal, y es que una enfermedad repentina, puede ser producto de un hechizo.
Objetos mágicos
En la brujería japonesa se utiliza mucho matar al animal y convertirlo en objeto mágico o convertirlo en amuleto para los rituales, sin duda alguna el espíritu del animal lleno de odio pero también lleno de veneno y sin duda alguna lleno de poder podía manifestarse logrando posesión.
Por la infestación de objetos se da la posesión a personas a través de espíritus, por ello la brujería japonesa es tan fuerte y poderosa reconocida a lo largo y ancho del planeta, por sus estragos y los maleficios que puede estar generar ocasionando graves daños a los hechizados.
Conclusión
Brujería japonesa, sin duda alguna la brujería japonesa tiene particularidades y grandes diferencias respecto a las demás, podría decirse que es una de las prácticas más nocivas y malignas que existe, pues sus resultados son tan nefastos que podrían producir la muerte.
Relacionando la magia con cualquier cantidad de tradiciones esotéricas para hacer el bien y proteger, pero también para hacer el mal, logrando generar la muerte asociándolo a prácticas malignas, dependiendo del tipo de trabajo a realizar pues serán múltiples los resultados efectivos.
